El puesto comenzó a funcionar en 1939, pegado entonces al mercado central de abastos de Cádiz. Tras la última reforma, en el año 2009, se le adjudicó un quiosco de madera alineado con otros en la plaza colindante con el edificio de Correos. Nicolás Salas Domínguez, traspasa ahora su puesto de especias del mercado y se jubila. A primeros de mes será otra persona quien se dedique a la venta de especias variadas para la cocina. Por allí estaremos para conocerla.

Muchos años de trabajo no solo en esta especialidad, pues con anterioridad estuvo empleado en el antiguo Bazar Inglés (empresa Fernando de Zamalea), de la calle Nueva, junto al muelle de Cádiz. Y últimamente, esta pequeña tienda de hierbas, sabores y aromas, que abre solo en horario de mañana, es una referencia en lo que suponen las especias, pimientos choriceros, salazones, hierbas aromáticas, vinagres y todas las combinaciones para condimentos de guisos u otras preparaciones culinarias.

Nicolás Salas ha sido en este quiosco tradicional, un experto en todo lo relativo al sabor final de la cocina, contando con los mejores productos traídos de todas partes. Era frecuente ver a clientes y visitantes preguntándole por especias exóticas y por mezclas o preparaciones para añadir y dar personalidad a los platos. Ha sido un experto que ha añadido solera a los puestos interiores y exteriores del mercado central de abastos de Cádiz.

Lasaliano de formación, Nicolás sabe mucho de su ciudad, de sus edificios, de sus mercados, de sus personajes y de su vida cotidiana. Siempre ha sido un placer charlas con él y no solo de su mercancía, sino de todo lo que ocurre en Cádiz.

A final de este mes de marzo Nicolás terminará una etapa, la de informar y vender las mejores especias de la cocina, clásicas y nuevas. Porque en este negocio siempre se aprende, como yo he aprendido con él en los últimos años.

¡Feliz jubilación Nicolás!