No sé por qué es tan difícil ponerse a trajinar con las berenjenas. Yo tenía en la nevera dos muy hermosas que empezaban a aburrirse en el verdulero. Y ya esta mañana me di el ultimátum y decidí hacerlas rellenas, que ya buscaría con qué. El caso es que aproveché todo lo que tenía por medio, incluyendo mi tomate frito casero que fue el que más aportó a la receta. Áquí van…. 

Ingredientes para cuatro personas: dos berenjenas medianas, un pimiento rojo pequeño, media cebolla, medio vasito de tomate frito casero, 150 g de tiras de bacon ahumado, sal, aceite y queso rallado cheddar o parmesano.

Cortamos las berenjenas por la mitad a lo largo y las ponemos en el horno fuerte unos quince minutos, previamente regadas con un poco de aceite y con algunos cortes en la pulpa. Luego las dejamos enfriar y enseguida las vaciamos. Reservamos el relleno y disponemos las pieles en una fuente de horno.

En un perol ponemos a pochar suavemente el pimiento rojo y la cebolla muy picados, hasta que estén tiernos. A continuación, añadimos la carne de las berenjenas también muy picada y vamos salteando. Enseguida ponemos el bacon (tiras pequeñitas) y el tomate frito. Ponemos a punto de sal y dejamos que se poche todo este pisto dándole vueltas.

Ya solo nos queda rellenar las berenjenas y colocar encima el queso rallado. De ahí, al horno para gratinar unos ocho minutos, y servir.

En casa pusimos estas berenjenas junto a un arroz asiático, a modo de plato único. Triunfo total. 

Una receta riquísima.