A veces se quedan en Cádiz, pero en otras ocasiones han viajado a San Fernando, Córdoba e incluso Espluges de Llobregat (Barcelona). Cuando llegan a su destino quien las recibe se siente alegre, agradecido y presa de un optimismo especial. Con ellas podrá conseguir los fondos que necesita para sus causas difíciles pero bellas: son las galletas que hizo Lola, una enfermera gaditana que responde a las llamadas de ayuda de múltiples asociaciones, enviando un lote de bonitas y ricas galletas hechas por ella, con diferentes motivos decorativos, para que sean vendidas en esos eventos solidarios que necesitan recursos económicos.

La petición de ayuda llegaba casi siempre a través de las páginas webs de asociaciones que trabajaban a favor de causas solidarias (niños con alguna enfermedad, discapacitados, etc.). Lola –por su profesión- ya había colaborado altruistamente en obras como campamentos para niños hemofílicos y otras acciones parecidas. Pero su afición por la cocina le dio la respuesta. A través de la repostería se le ocurrió hacer galletas, galletas ricas y originales y sobre todo solidarias.  

Asociaciones como Agamama, Hermandad de Donantes de Sangre, diversas parroquias, Rastrillo de Cádiz, etc.), han recibido las galletas de Lola. He aquí un pequeño resumen de su obra, que coincide con las imágenes de los mosaicos.

Las galletas de motivos navideños fueron para un niño de Córdoba, cuya familia estaba recaudando fondos para un tratamiento e hicieron un rastrillo con productos donados. Las otras de motivos infantiles fueron para una niña de Espluges de Llobregat, con circunstancias parecidas.

Las del lacito rosa se hicieron para Agamama, una asociación de mujeres con cáncer de mama de Cádiz, que las vendieron el 19 de octubre, para obtener recursos.

Las de corazón rosa se destinaron para la Hermandad de Donantes de Sangre de Cádiz, que las regaló a quienes se acercaron a la mesa el 14 de junio para dar sangre, celebrando así el Día del Donante. 

Las de corazón blanco se las llevó Lola a la parroquia San Vicente de Paúl de Cádiz, para una verbena que organizaron en beneficio de la construcción de una escuela en Mozambique.

Y a la verbena solidaria que organiza la cofradía de Veracruz, “Los Aguaores Blancos” y la parroquia de San Lorenzo, para la acogida de los niños bielorrusos, le mandó galletas varios años (craqueladas de chocolate, pastas de mantequilla y las que tienen trozos de chocolate).

Además, para el Rastrillo Nuevo Futuro de Cádiz, fueron a parar 2 bizcochos.

Y también con motivo de una verbena en una iglesia de San Fernando, para la restauración de su capilla, Lola les envió unas galletas con forma de cara de perrito.

Son muchos años los que lleva Lola elaborando estas alegres galletas, ya conocidísimas en los círculos solidarios, y con las de fondant lleva algo más de dos años. Ella suele participar junto al grupo gastronómico El Almirez, al que pertenece. Normalmente son unas cincuenta unidades las que prepara para cada evento, aunque concretamente para Agamama, hizo 110 galletas.

Cuento esto para confirmar que hay gente que se complica la vida en trabajo y en tiempo, aportando algo que facilite la vida a otros. Y las galletas de Lola Rueda son la prueba más simpática y optimista de que todo tiene arreglo, frente a tanto dolor y dificultades.