Lo confieso. Me encanta la carne mechada pero nunca la había hecho. En parte porque se come poca carne en casa y en parte porque pensaba que había que utilizar la olla a presión para tal receta. Pues nada, resultó que la carne mechada de ternera pueda hacerse perfectamente en una buena cacerola y no se tarda tanto. La receta es de amiga Pilar. Tengo que decir que salió riquísima, pero es que la carne era excelente, de ternera de retinto.

Ingredientes: ¾ kg de ternera (mi carnicero del mercado de abastos me dio «rabito de tenera», (no sé cual será su nombre oficial), pero mejor que redondo), una cebolla grande, un pimiento rojo, tres zanahorias grandes, una cabeza de ajo sin pelar y varios ajos sueltos, laurel, poquita pimienta y nuez moscada, sal, un vasito de vino blanco y buen aceite de oliva virgen extra. Por supuesto, una cazuela o cacerola suficientemente ancha para poder sofreir bien la carne, cuyo formato es alargado.

Refregar la carne con la sal, la pimienta y la nuez moscada, la doramos en el aceite y cuando esté se saca de la cazuela. En ese mismo aceite, refreímos la verdura (cebolla, pimiento, zanahorias, los ajitos, todo ello picado) y la cabeza de ajos entera. Cuando la cebolla dé señales de estar pochada, añadimos otra vez la carne junto con el laurel y el vaso de buen vino blanco. A los diez minutos, el alcohol se habrá evaporado y entonces añadimos agua, dejamos que todo se vaya haciendo una media hora en una olla a presión, pinchando de vez en cuanto para comprobar que no está cruda.

Tal vez necesitemos unos veinte minutos más, y entonces la salsa se quedará consumida. Es el momento de apartar. La verdura se pasa por la batidora, excepto la cabeza de ajos. Y la carne –una vez fría y más encogida- puede cortarse en rodajas junto con la salsa y un arroz cocido. Así la pusimos en casa.

Estaba riquísima y de lo más tierno. Está claro que hay que confiar en nuestro carnicero.