Lo siento. No era mi intención haber acabado así. En principio, yo era una berenjena de piel brillante, preparada para agradar, para triunfar, y pesaría medio kilo más o menos. Estaba apilada con las demás en uno de los mostradores de la frutería, al alcance de todas las miradas….De hecho, cuando me compraron aún estaba lozana. Y, la verdad, es que me hizo mucha ilusión verme en la báscula y luego en la bolsa de la compra. Enseguida averigüé mi destino: un bar de barrio muy conocido. Y mi proyecto sería un revuelto, un revuelto de berenjenas….ejemplo de tapa equilibrada, sana, rica, sencilla de hacer y sabrosa de degustar. En breve sería lo que siempre soñé.

Pues nada de eso. Primero me dejaron mucho tiempo guardada, y me fui pochando involuntariamente….comprendo que en el bar eran pocos los que querían probarme….la gente es muy poco dada a lo saludable…. Y solo quiere filetes empanados y Sanjacobos…. Y cuando por fín llegó Charo al bar, la del blog Comeencasa y me requirió, di saltos de alegría en la cocina. ¡Por fín iba a ser protagonista!, que para eso estaba en la carta de tapas….iba a debutar en una cazuelita, sobre las pequeñas mesitas del bar de barrio, modesto, pero simpático…..Total, que cuando llegó el turno de elaborarme sobre el perol, resulta que me pusieron un aceite de lo más chungo, no me frieron los ajitos laminados de rigor, al ser un solo huevo ni se notó, y no esperaron el tiempo que necesita un revuelto decente….¡ay! pase usted por la cocina para esto…¡qué decepción!.

Con la buena fama que he tenido siempre, con lo bien que han hablado de mí en otras ciudades….¡qué gran ocasión perdida!. Podrían haber hecho conmigo cualquier cosa, pero cualquier cosa rica, inolvidable, y lo único que han conseguido es un revuelto soso, mediocre, y en definitiva, triste, un revuelto triste de berenjenas. Deprimente.

Para los que hayan leído hasta aquí, la receta de mi revuelto es super sencilla:

“Trocear sin pelar una berenjena mediana en taquitos y cocer en agua hirviendo unos diez minutos, sacar y reservar; trocear en láminas 4-6 dientes de ajo. En un perol con buen aceite caliente pochar los ajitos sin que se quemen, y en cuanto estén, añadir la berenjena cocida y escurrida, salteando, primero a fuego fuerte y luego suave. Estrellar un par de buenos huevos sin batir. No olvidar corregir de sal”.

Como verán, no es tan difícil hacerme en condiciones….ya sé que soy un plato perteneciente a la cocina más básica, pero hombre, un respeto, que soy una verdura con curriculum, con larga experiencia en los fogones, y que aporto muchísimos nutrientes….y no pido que me hagan en deconstrucción, ni en timbal, ni en papillote, sino en revuelto, con huevos, como toda la vida.

Lo peor que nos puede ocurrir en la vida es convertirnos en un proyecto triste, porque así nadie hablará de nosotros. Menos mal que Charo me ha dejado contar aquí mi experiencia, mi queja, mi desilusión, para que no vuelva a ocurrir.

¡Aprendan a hacer revueltos, sobre todo de berenjenas! Hay que ensayar si hace falta. Necesito un poco de alegría en la cocina. Antes muerto que soso.