Mientras las Regatas 2012 llenaban el muelle, en el Palacio de Congresos gaditano se ofrecía el sábado 28 una interesante conferencia titulada “Historia de las construcciones defensivas en ciudades marinas”, a cargo del profesor Alberto Ramos Santana, catedrático de Historia Contemporánea y de Juan Ramón Cirici Narváez, profesor titular de Historia del Arte, ambos de la Universidad de Cádiz. La entidad organizadora, el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Cádiz, se une a la celebración del bicentenario de la Constitución de 1812 con un ciclo de conferencias, clausuradas por el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Lorenzo de Río.
Los dos ponentes expusieron de modo alternativo, un recorrido por tres ciudades marítimas como referencia: Cádiz, La Habana y Cartagena de Indias, con construcciones defensivas similares. Al catedrático de arte Diego Angulo Ïñiguez (1901-1986), le debemos el primer tratado completo sobre las fortificaciones americanas, con Cádiz como referencia americanista, en ciudades con características comunes como oceanidad, actividad comercial portuaria, luz, colorido…
En 1262 Alfonso X El Sabio conquista Cádiz y en 1513 se amuralla la ciudad por tres flancos: tierra (San Juan de Dios), mar (Pópulo) y península gaditana (Arco de la Rosa). El campo del Sur no se amuralla, junto al castillo-fortaleza, (S.XIV), el lugar más elevado, sobre el Teatro Romano y la catedral gótica de Alfonso X (hoy sin restos); éstas eran las defensas antes del saqueo de 1596. El ingeniero militar Calvi en 1550, intentó construir defensas abalaustradas, con terraplenes y contrafosos, con los primeros baluartes: San Felipe, Santa Cruz y Santiago, que fueron muy costosos. Se siguen haciendo trabajos con arena, cascotes y madera, mientras crece la ciudad. También actúan otros ingenieros como Vespasiano Gonzaga, y Tiburcio Spanocci, en distintas construcciones. Cádiz es ya una ciudad rica por su comercio y se convierte en objeto de disputa entre las monarquías británica y española.
Tras varios intentos, en 1596 Francis Drake asalta Cádiz y destruye la ciudad, llevándose los archivos. Felipe II se plantea abandonar y trasladar la ciudad tierra adentro, pero decide reforzarla. Comienza entonces un plan metódico de construcción de todos los baluartes, con la dársena del puerto y la playa de La Caleta, los puntos más débiles. Se continúa por el baluarte de la Candelaria (iglesia del Carmen), Santa Elena (Puertas de Tierra) y así sucesivamente con baterías defensivas.
En 1597 Felipe II encarga a los ingenieros Cristóbal de Rojas (ayudante de Juan de Herrera), Pedro de Velasco y Andrea Doria construir defensas. Rojas llega a Cádiz tres dias después del saqueo.
De los baluartes, Santa Catalina es el más antiguo e importante para Cádiz (1598). Rojas puso dos frentes a tierra, 2 baluartes salientes con puente fijo al mar y terraplén. En 1693 Carlos II encarga la capilla. El castillo tenía toda clase de servicios: almacenes, habitaciones, talleres, etc. En un nuevo asalto en 1625 por el hijo del Conde de Essex, Cádiz está fuertemente defendida al igual que la bahía.
El Castillo de San Sebastián –un islote- no fue fortificación hasta el siglo XVI. En 1613 se construye torre almenara irregular sobre espacio de fosos. En 1739 cuenta ya con 17 cañones.
A lo largo del frente Sur (escollera del Campo del Sur, 1780-1790), se ejecuta la construcción del Baluarte de los Mártires y de San Roque, de gran complejidad por los embates del mar, con zapata o playa artificial. El ingeniero Ignacio Sala, ante los estragos invernales, comienza trabajos para proteger la catedral vieja. Se hace espigón como frente. En 1791 Tomás Muñoz cierra el Campo del Sur. Los bloques se colocan a mediados del siglo XX.
Con Las Puertas de Tierra y frente defensivo, Santa Elena y San Roque (ver maqueta del Museo) se refuerza el frente de Tierra. El torreón posterior es obra de varios ingenieros, como Torcuato Cayón, más como monumento que como fortaleza, con escudo de la Casa Real. En el siglo XX se derriban tramos de muralla y se abren los arcos, con el arquitecto Sanchez Esteve.
Se aprovecha el estrechamiento de la bahía como línea de tiro defensiva (saco de la bahía), sistema muy eficaz para defender desde el Arsenal de la Carraca y la Fáctoría de San Carlos. Cristóbal de Rojas construye el fuerte de San Lorenzo del Puntal, metido en el mar, costoso y de difícil cimentación. Existían baterías defensivas desde Rota a Santa Catalina.
Todo esto se traslada a Sudamérica, también con amenaza inglesa. Felipe II envía a los mismos ingenieros a Cartagena, Veracruz, Callao, Portobello, La Habana….con edificaciones como el Castillo de la Fuerza de La Habana, semejante a Santa Catalina, de muros gruesos, muy funcional, con fosos y puente levadizo, o el Castillo del Morro y de la Punta.
Con torres de defensa como aviso, se construye el Castillo de La Chorrera y en 1750 las murallas de La Habana, como ciudad-baluarte, luego embellecida. También se amuralla Cartagena de Indias en 1633, líder del comercio con Centroamérica, asaltada por Drake en 1586. En 1746 el almirante Vermont con 30.000 hombres y 18 barcos destruye los fuertes. Ignacio Sala se lleva a su equipo de Cádiz, construyéndose el baluarte de San Felipe de Barajas o San Fernando de Bocachica, de 1741 a 1753. Fernando VI prefiere los fuertes situados sobre el mar.
Y por último en Cádiz, entre 1805 y 1810 se revisan todas las fortificaciones militares. Inglaterra –aliada- tiene bloqueados nuestros puertos de Ceuta y Cádiz, y Napoleón busca el asalto por tierra, pero las salinas lo impedían, situándose en Puente Suazo. El último baluarte, el fuerte de Cortadura (1810) se construye para cortar las entradas por el arrecife. Hasta 1920-30, este baluarte dificultaba la entrada en la ciudad.No se utilizó nunca, siendo un estorbo para el desarrollo de Cádiz.
Un libro sobre baluartes: Guia de las fortificaciones y sistemas de defensa de la bahía de Cádiz, editado por el Consorcio para la celebración del Bicentenario de la Constitución de 1812.
Gracias, profesor, por la visita. Ahora tengo que recorrerlos todos.
Que trabajera tomando notas. Gracias.