El mercado de Huelva ha cumplido un año y con tal motivo organiza una serie de actos festivos –como una megapaella- para animar la asistencia y también vender la efeméride en tono político municipal. Nosotros, ajenos a estas cosas, íbamos directos a por gurumelos, y en uno de los puestos de verduras más amplios, en un cartelito escrito a mano rezaba “ya hay, ya hay…”

Estaban un poco caros, 33, 30 y 27 euros, según tamaño. Pero para congelarlos, me sirven los últimos. Que ¿cómo se congelan?, muy fácil. Se lavan bien, se pelan con cuidado y se pican pequeños. A continuación, en un perol, se saltean a fuego suave con aceite y ajitos. Y ya está, a la fiambrera y esperar en la silenciosa hibernación ser consumido.

Por cierto, las calles del mercado onubense llevan unos nombres bellísimos: Tomillo, Romero, Canela, Ajonjolí, Clavo, Comino, Hierbabuena, Laurel, Matalauva y Orégano. Dicen que el nuevo espacio comercial ha superado las expectativas de los onubenses en cuanto a compras. Me lo creo. Además de unas magníficas fruterías, carnicerías, pescaderías (como es lógico), charcuterías y otros puestos, pude encontrar carne y huevos ecológicos, pan de leña, aceite de oliva virgen extra de la provincia, embutidos frescos, etc. Y desde luego los puestos estaban a tope de mercancías.

Instalado en una zona de expansión de la ciudad de Huelva, con un fácil aparcamiento colindante, el mercado de abastos onubense es una referencia comercial de los buenos productos de la provincia, con buenos precios y mucha variedad y calidad. De ahí que los fines de semana acudan numerosos compradores de los pueblos de alrededor.

Además de los gurumelos, que descansan en mi congelador hasta nuevo aviso, tengo pendiente hacerme con las exquisitas habas choqueras (de mayor tamaño, para guisarlas con choco, claro), que al parecer no han llegado todavía. Gurumelos (en la cima de las setas comestibles, chocos (pescado apreciado para múltiples elaboraciones) y habas (para hacerlas enzapatás y en potajes), son motivos más que atrayentes para visitar el mercado, cuyo interés se consolida al año de su inauguración. Y eso que no he hablado de gambas y jamón, que también se venden allí…. Y es que Huelva -sobre todo en las cosas del comer- es mucha Huelva.

(Por cierto: me suelen preguntar dónde comprar gurumelos en Sevilla. Los hay en algunas buenas fruterías y también en el mercado de Triana).