Era difícil, pero llegamos a la final. La probabilidad, del 50%. El partido fue duro: nos dieron patadas, nos cerraron el juego, nos fastidiaron, como en una película de buenos y malos.

España salió a jugar, que es lo suyo. Por eso, los que salieron a otra cosa, merecen perder. Aquí ganaron los buenos. ¡Enhorabuena España!