Aunque la carne guisada siempre viene bien, reconozco que varío poco en su preparación. Pero hoy cogí esta receta de Directo al Paladar, aunque no en su totalidad, utilizando el vino tinto. Doy fe de que está riquísima. Pero: recordad que un vino que no pondríais en vuestra mesa tampoco es un buen vino para cocinar. Yo ya he tomado buena nota y he utilizado el tinto de crianza con el comemos.

Ingredientes para 4 personas:

800 g de ternera para guisar (ragout o morcillo), aceite de oliva virgen extra, harina, 200 g de zanahorias, 200 g de cebolla, 2 ajos, 200 g de tomate triturado (o tomate crudo, escaldado y triturado), ½ litro de vino tinto, ½ litro de caldo de carne o agua (algo menos), sal y pimienta (opcional).

Limpiar y cortar la carne en trozos de unos 20 g cada uno. Pelar y picar muy finamente las cebollas, las zanahorias y los ajos. Si los tomates son naturales, escaldarlos para pelarlos y triturarlos.

Calentamos el aceite en una cazuela y echamos la carne sazonada con sal y pimienta. Previamente la pasamos por harina. Cuando se dore ligeramente, la retiramos y reservamos. En el mismo aceite, ponemos a pochar la cebolla, la zanahoria y los ajos durante unos minutos. Enseguida, añadiremos la carne y el tomate triturado.

Agregamos el vino y el caldo de carne o el agua (mejor el caldo), removemos y dejamos cocer a fuego suave y tapado durante al menos dos horas. El tiempo dependerá del tipo de carne empleada. Iremos removiendo de vez en cuando para que no se pegue al fondo y controlar que no le falte el caldo.

Aconsejo no añadir el caldo de una sola vez, sino ir viendo cómo evoluciona durante la cocción.