Es una receta que siempre hemos visto en casa, sobre todo durante la Cuaresma. Tomé esta receta –por tener alguna referencia- del libro “Recetas de Cocina Sevillana”, editado por Diputación de Sevilla, en diciembre de 2008.

Ingredientes (4 personas): 200 g de garbanzos andaluces secos (mejor tomados del puchero), 1 manojo de espinacas frescas, 6 dientes de ajo, 1 cucharada sopera de pimentón dulce de La Vera, 2 cucharaditas de comino molido, 1 cucharada sopera de vinagre de Jerez, 2 rebanadas de pan duro y aceite de oliva virgen extra suficiente para el sofrito.

Remojar los garbanzos el día anterior y cocerlos en agua caliente o mejor, en un caldo de verduras casero, durante hora y media. Si los garbanzos son del puchero nos ahorramos remojo y cocción y los disponemos en la olla con su caldo.

Limpiar las espinacas dejando hojas y pencas en agua bajo el grifo. Escurrir y reservar.

En una sartén con aceite y tres dientes de ajo laminados saltear las espinacas y añadirlas a los garbanzos ya tiernos.

En el mismo aceite sobrante sofreír los tres ajos restantes con el pan duro troceado, y añadir al final el pimentón, evitando que se queme. Batir todo. Y disponer en la olla con los garbanzos. Sazonar y añadir el comino y el vinagre. Dejar hacer todo unos 20 minutos. Se debe controlar el líquido.

Servir. Este potaje congela perfectamente.